¿Qué tan importante es la seguridad en el hogar?
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Los accidentes en el hogar provocan lesiones y muertes que, en muchos casos, son completamente evitables. Sin embargo, a diferencia del ámbito laboral, donde existen normativas que establecen condiciones y acciones para prevenir accidentes, en el hogar a menudo carecemos del conocimiento, las herramientas y los medios necesarios para prevenirlos.
Riesgos en situaciones cotidianas
Nuestros hogares presentan diversos riesgos asociados a situaciones cotidianas de las cuales no siempre somos plenamente conscientes. Algunos ejemplos incluyen instalaciones eléctricas y de gas en mal estado, escaleras sin barandas, balcones y ventanas sin protección para niños, desniveles sin señalización, equipos térmicos (como calefacción y agua caliente) sin revisión ni mantenimiento periódico, ausencia de extintores, piletas sin protección infantil, falta de mantenimiento adecuado de los vehículos y el manejo inadecuado de sustancias inflamables, corrosivas o tóxicas de uso común.
Sin intención de generar pánico, pero sí conciencia, es fundamental evaluar de manera razonable los riesgos que nos rodean y hacer de la prevención un hábito cotidiano. De esta manera, podemos evitar o minimizar accidentes en todos los ámbitos de nuestra vida y contribuir al bienestar y la calidad de vida de nuestra comunidad.
Tips para mejorar la seguridad en el hogar:
- Revisar instalaciones eléctricas y de gas periódicamente para evitar cortocircuitos o fugas.
- Instalar detectores de humo y monóxido de carbono en áreas clave del hogar.
- Colocar protecciones en escaleras, balcones y ventanas si hay niños o adultos mayores en casa.
- Guardar productos tóxicos, inflamables o corrosivos en lugares seguros y fuera del alcance de los niños.
- Mantener extintores en la cocina y áreas estratégicas y asegurarse de que todos en casa sepan cómo usarlos.
- Verificar el estado de los equipos térmicos y electrodomésticos y realizarles mantenimiento regularmente.
- Evitar la sobrecarga de enchufes y cables eléctricos para reducir el riesgo de incendios.
- Instalar sistemas de seguridad como cerraduras reforzadas y alarmas para prevenir robos.
- Mantener pasillos y áreas de tránsito despejados para evitar tropiezos o caídas.
- Elaborar un plan de emergencia familiar con rutas de evacuación y puntos de encuentro.
Recordar: “Un día seguro, seguro que es un gran día”.
Lic. Leonel López